Te guste más o menos, a 31 de octubre lo importante no es Halloween, sino la Navidad y todo lo que rodea a la época con más lentejuelas por metro cuadrado del año: sus cenas, sus reuniones y sus quedadas. El exceso. Las colecciones de fiesta están ya en la calle, y quien más y quien menos ya ha caído en las redes de los paillettes y los terciopelos negros, granates o marinos. Las sandalias incorporan pequeñas joyas y los complementos incluyen plumas e irradian pequeños destellos. Faltan casi dos meses para poner la mesa de gala, pero en nuestras cabezas ya es Navidad, y eso significa que hay que tener mínimo un look en el armario con el que dar vida al último mes del año.
© Carola de Armas
Expertos en sorprender y encandilar con todas sus colecciones, la última de Zara es una oda a la celebración, y tiene tantos vestidos largos, midi y cortos de fiesta como seas pacaz de imaginar o desear. Decenas. Cientos incluso.
Elegantes todos y pensados por sus diseñadores para ser llevados la mayoría con sandalias de tacón, tienen sin embargo esa doble vertiente que tanto nos gusta: si cambias los zapatos de vestir por unas zapas (tochas o de padre) o incluso unas botas militares con suela track el bimonio sigue funcionando. Y de qué manera.
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Aglutinando todas las tendencias del otoño, y las futuras del invierno, Zara propone brillos, estampados camuflados bajo las manchas de leopardo, transparencias en encajes delicados y cascadas de lentejuelas acaparadoras de miradas.
No es pronto para decir que ya es Navidad; quizás lo sea la semana que viene para comprar el vestido que tenías fichado y que sorpresa, ¡ya no está disponible!
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