Este vestido de verano de Zara es también la primera camisa del otoño

Los flashes en Venecia no daban abasto entre las muestras de cariño de Joaquin Phoenix y Rooney Mara. La despampanante naturalidad de Elsa Hosk al recoger del suelo el pendiente que había perdido en un descuido. Todas y cada una de las apariciones de Penélope Cruz. Y la extraña decisión de estilo que llevó a Candice Swanepoel a desfilar por la alfombra roja en camisa y Louboutins. Así, sin pantalones. Kim Kardashian hubiera estado orgullosa.

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El mismo cinturón con maxihebilla que contorneaba su diminuto torso, servía como demarcador de la funcionalidad que se le supone a un vestido: servir tanto de parte de arriba como de abajo en una sola prenda. Con todo, la brevedad de la ¿falda? no permitían sino describirla únicamente como una camisa-vestido, a una imprudente distancia del vestido-camisa más aclamado de Zara.

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Flower Power ?

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Son precisamente esos centímetros -en concreto, los que facilitan la tarea de agacharse, levantar el brazo y otra serie de movimientos en los que una no tiene que pensar cuando viaja rodeada de un séquito a un festival de cine- los que marcan la diferencia entre ambas prendas y los que permiten que el último vestido del verano, sea también la primera camisa del otoño.

© Cortesía de Zara

Con el mismo estampado de rayas azules que Patrick Bateman y Gordon Gekko asociaron al uniforme ejecutivo de la élite neoliberal neoyorquina y que se mantiene como uno de los favoritos de las chicas que aman las camisas clásicas, la propuesta de Zara confeccionada en popelín incorpora algunos detalles determinantes:

Por un lado, la extensión. Más larga y más modesta, valga la paradoja.

Por otro, las mangas, ligeramente abullonadas. Como un guiño a la tendencia de las blusas actuales y al efecto que resulta de remangarse una camisa masculina.

Finamente, y como consecuencia de ambas, su carácter ambivalente: este vestido camisero con el que las mejor vestidas de la clase empezaron el nuevo curso, será también la camisa que las más elegantes de la oficina llevarán con vaqueros los próximos meses.

© Cortesía de Zara

Si la chica de las decisiones de moda arriesgadas, la que se olvida los pantalones, sale de su casa al mismo tiempo que la chica de los gustos clásicos, la del collar de perlas y los mocasines con calcetines, ambas se encontrarán en este punto de la tienda de Zara.

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