Que levante la mano quien pase más tiempo del que debería en las publicaciones de Rouje… La firma en la que Jeanne Damas ha logrado condensar todo lo que en su día se englobó bajo la categoría de chic parisien, es el referente de todas las que admiramos el aire despreocupado de su melena, la elegante sencillez con que parece desfilar siempre sus vaqueros rectos y todos y cada uno de los vestidos con los que contribuyó al ascenso del tea dress a lo más alto de las tendencias del momento. ¿Nuestro penúltimo fichaje? Una chaquetita lila con la que contravenía todos los principios del simbolismo cromático… Hasta que vimos esta blusa.
¿Será un pijama? ¿Será vintage? ¿Será Rouje? Como nosotras, sus seguidoras tampoco acertaban a encontrar la procedencia de la camisa lencera con blonda de encaje y cierre con lazadas. Con todo, la duda quedó resuelta con el lanzamiento de la nueva colección de su marca donde la blusa Aldo se presentaba como una prenda dos en uno: como un top cerrado con vaqueros, o como una rebeca o kimono abierta sobre un vestido.
Disponible en tres estampados –verde arcilla, negro con flores o rosa pálido– esta blusita no se corresponde ni con la tendencia campesina de las mangas abullonadas y el escote cuadrado de las últimas temporadas ni con la camisa blanca minimalista de los 90 que vuelve ahora. Y puede que precisamente sea su rareza, donde radique su encanto.
– Tan cómoda, fluida y suave como un camisón, un batín de noche o un negligé.
© Cortesía de Rouje
– Tan versátil como un top de fiesta negro.
© Cortesía de Rouje
– Tan sofisticada y romántica como las blusas de organza que tanto se llevan ahora, solo que diferente. Exclusiva. Muy parisina.
© Cortesía de Rouje
Y si quieres rematar el conjunto, también está disponible en los tres estampados, la falda Alexandra.
Ay, Jeanne (suspiro), ¿qué será lo próximo?
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