«Para mí, Downton Abbey es la perfección en cuanto a ambientación y vestuario». Lorenzo Caprile ha presentado en Madrid la película, que se estrena este viernes 20 de septiembre, dejándonos a través de titulares como este con ganas de más ya mismo. Para los fanáticos de la serie y de la moda en general (lo cierto es que ambas cosas van muy unidas), poco hace falta contextualizar, pero recordemos: el día a día en la vida de la aristocrática familia Crawley en el condado inglés de Yorkshire a principios del siglo XX. En el caso de la película, concretamente, narra una visita muy especial a este hogar y, como uno de los atractivos principales a destacar, el elenco, constituido por los personajes principales de la serie, además de que el guión se inspira en una historia real que el creador, Julian Fellowes, ficciona.
Que dicha historia tenga lugar a principios del siglo pasado ya dice mucho de la importancia de la moda tanto en la serie como en la película. Qué amante del sector no sitúa rápidamente las tendencias de esos años, claves para entender el devenir posterior en el vestir. Como bien dice Caprile, «se trata de una serie y de una película en femenino y del momento más fascinante de la moda de mujer: dejamos atrás ese siglo XIX lleno de ‘perifollos’ para pasar a prácticamente como vamos hoy en día». «Ahora las referencias con ‘líquidas’; si piensas en en el 2002, por ejemplo, no se te viene nada concreto a la cabeza al igual que lo fundamental de ese punto diferenciador según el estatus social, cosa que ahora se ha perdido», matiza.
Y es que, al igual que en el tema de las diferentes clases, resulta imposible no detenerse en los hechos históricos y sociales de la época para comprender esa evolución clave en el vestir y observar tanto la serie como la película desde una posición ‘privilegiada’.
Sin olvidar, en primer lugar, la lucha por conseguir el voto femenino a principios del siglo XX. Junto a éste, el «progreso, inmediatez, movimiento, viajes…» y la aparición de las primeras revistas de moda con, muy ligado, la introducción de las mujeres al trabajo (por obligación) a consecuencia de la I Guerra Mundial y, también y fundamentalmente, que muchas «salieron adelante con una máquina de coser, ya que era ‘decente’ y ‘poco sospechosa'» así como en fábricas y talleres de confección. La comodidad empezaba a pedir a gritos su espacio en el armario femenino.
Pero no sólo la guerra, «otro shock fue la Revolución Rusa, donde la mujer adquiría un papel nuevo y moderno; apoyar todo esto era ser moderno e influía en la manera de vestir». Por supuesto, en esta línea, el deporte y la práctica de éste por las mujeres, que hizo que también se adaptaran los diseños hacia esa mayor practicidad. «Ahora directamente este tipo de moda se ha incorporado a la calle de manera masiva, como ese eterno debate de ‘chándal con tacones sí o no'», añade Caprile.
«Si hay un personaje fundamental en aquellos años y que supo captar todo de lo que hablamos fue Coco Chanel, para mí la gran protagonista de la moda en general», recalca. Estamos hablando de un momento donde, además, y muy distinto de lo que sucede hoy en día, los grandes nombres de la moda fueron mujeres: «Chanel, Vionet, Jeanne Lanvin, Schiaparelli y Madame Grès«. Basta echar un vistazo a sus diseños para entender parte de la estética de Downton Abbey.
Para Caprile resulta imposible quedarse con una sola tendencia de la época y es que, para él, directamente «del 1926/27 al 57 se rozó la perfección, esa elegancia…» Y Lady Violet, interpretada magistralmente por la gran actriz británica Maggie Smith, es el escaparate ideal, a ojos del diseñador: «Me encanta ella como actriz y su personaje».
Con todo este background, no es de extrañar que la influencia tanto de la serie como de la película esté siendo tan «brutal en la moda actual y en las pasarelas«. Cada temporada está «llena de referencias, detalles…» y raro es el día en el que no acude a su taller de Madrid una novia que le pida este estilo ya denominado y conocido por todos como literalmente Downton Abbey: vintage, vaporoso, fluido… «Una silueta maravillosa, pero que no favorece a todas ni mucho menos; es para mujeres muy altas, muy delgadas.., como las actrices de la peli», aclara Caprile.
En este sentido, e igualmente destacable, en este caso a nivel nacional, es Velvet: «También es una serie de referencia sobre todo para la clienta particular, invitadas, madres del novio… e iría más en la línea de la española media, más años 50». Además, «resulta igualmente impecable estéticamente y en cuanto a vestuario gracias al trabajo de la figurinista Elena Sanchís».
Y es que, al final, «nada pasa por casualidad, todo pasa por algo», como bien dice Caprile. La moda y la historia influye en los libros, las series o las películas que, en un círculo perfecto, hacen que vuelvan a resurgir y resplandecer en el día a día de las personas actualmente. ¿Nos queda mucho Downton Abbey que ver en las pasarelas y en las tiendas? «Si hay más temporadas, claro que sí, si no, se diluirá poco a poco»…
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