La experta en comunicación, Inés Sainz, que ahora cuenta con 43 años, se enfrenta a la dura enfermedad con temor pero con mucha esperanza. Con ella charlamos durante una comida unos días antes de someterse a la cirugía.
¿Cómo estás, Inés?
Tengo cáncer, pero sé que lo voy a superar. No quiero que sea un drama. Mis amigas y yo llamamos Agustín al tumor porque no estamos nada “agustín” con él. Hay que poner un poco de humor a la situación porque si no, te hundes (se emociona).
¿Cómo te enteras?
Yo no tengo antecedentes y me hacía las revisiones más o menos. Fui a una revisión porque me habían salido unas cosas muy raras en la piel. Yo conozco muy bien mi cuerpo, y todos mis problemas me salen por la piel. Eran como picaduras que tardaban un montón en curarse. Y aprovechando que era verano, decidí ir al ginecólogo porque tenía más tiempo. Fui con toda tranquilidad pero tras varias pruebas, cuando llegó la mamografía, vieron una cosa muy pequeñita… Después, en una resonancia magnética se confirmó que era un tumor.
Eso fue antes del verano.
Sí, los resultados los he recogido a la vuelta.
¿Qué es lo primero que piensas cuando te dicen que tienes cáncer de mama?
(Llora) Pensé en el disgusto que iba a dar a la gente que quiero. Pensé en ellos, porque yo he nacido para ayudar, no para dar problemas. Tengo que hacer un ejercicio de egoísmo y empezar a pensar en mí, pero me costará.
¿Se lo has dicho a tu hijo?
Mi hijo Mateo tiene siete años, es muy pequeño. Le he explicado que mamá va a estar un tiempo malita (se emociona). Todo el mundo dice que se lo tengo que decir, pero me parece una barbaridad. Él sabe que mamá tiene una lesión por hacer deporte y se tiene que operar. Mateo, además, es un niño muy sensible y va dándome abrazos por las esquinas.
Y el padre de tu hijo, ¿lo sabe?
Se va a enterar por esta entrevista. Mi círculo más cercano lo sabe por mí. Y esta enfermedad la tengo yo, no mi hijo, por eso no se lo he dicho a mi ex marido.
¿Y si te llama?
Se lo cogeré. Pero no quiero que sea el protagonista de esto. Pretendo llevar una vida relativamente normal.
No has pensado en lo que le vas a decir a tu hijo si se te cae el pelo.
No a todo el mundo se le cae, hay diferentes tipos de quimioterapia. Son cosas a las que según vayan pasando, me iré enfrentando. No me quiero anticipar, ni hacer un mundo de algo que igual no ocurre.
Y si te pasa, te pones una peluca y ya está.
Claro. Y en ese momento, sí se lo contaré a Mateo. Además, al año me volverá a crecer. E igual es el momento para dejarme mis canas y no volver a teñirme nunca más, que no lo soporto (ríe y llora a la vez). Intento ver el lado positivo. Además, por el pronóstico que tengo, creo que no me darán quimioterapia, será radioterapia. No me van a quitar la mama, y me quedaré con mis “lolas” maravillosas.
“No quiero que sea un drama, así que celebraré mi 44 cumpleaños haciendo una fiesta de pelucas»
Tu 44 cumpleaños es dentro de poco.
Sí, y como esto no quiero que sea un drama, voy a hacer una fiesta de pelucas para celebrarlo.
¿Qué tipo de cáncer tienes?
Es que hay diferentes tipos. El mío es de crecimiento lento. Cada uno tiene un nombre y un apellido. Pero la historia de cuando tienes cáncer es que vas a vivir en ese mundo el resto de tu vida y tendré que estar más controlada.
No vas a dejar de trabajar.
Es que no puedo, porque soy autónoma y si no trabajo, no cobro. Yo no necesito grandes cantidades de dinero para vivir. Vivo al día. Es un tema que me indigna. Yo estoy rodeada de autónomos y no tenemos apoyo. Nos sangran con una cuota de casi 300 euros, porque me río de las tarifas planas (eso es para los que empiezan), ¿qué pasa con los que llevamos muchos años y somos clientes fijos? Eso sí, que no se te olvide pagar un cuota, porque da igual que estés enferma de cualquier cosa. Tenemos unos políticos que no apuestan por el emprendimiento y es lamentable.
Antes del verano, nos decías que te gustaría ser madre.
Sí, porque quiero darle un hermanito a Mateo, ojalá pueda conseguirlo. De hecho, cuando me dijeron lo que tenía, llame a mi amiga Marisa Jara, que sé que ella lo está intentando y me ha estado aconsejando.
Igual cuando termines el tratamiento, conoces a alguien y te enamoras…
Para Navidad, igual. Pero tiene que tener muchas cosas y parece que no existe ese hombre…
¿Qué debe tener?
Para empezar tiene que respetar mi trabajo, que no es ningún hobby; tiene que respetar que igual gano menos que él, respetar mis tiempos….
¿Has tenido pareja después del divorcio?
Sí. Una pareja consolidada, de dos años y medio. Yo apostaba por esa relación, pero… No quiero hablar de ello.
Inés, llevamos más de una hora aquí sentados y no has comido casi nada.
Como dice mi madre, mareo la comida. Si os dijera de dónde viene el trauma…
¿De dónde?
De hace 20 años, cuando era Miss y me decían: “Inés estás gorda como un tonel”. Me propuse no engordar un gramo más, y llevo pesando 60 kilos desde hace 20 años. Me dejaron en la cabeza una semilla clavada para el resto de mi vida.
¿De verdad?
Tenía 21 años, iba a la tele y me insultaban. Fue horroroso. Hay cosas que a periodistas como Jesús Mariñas, no se las perdono. Yo tenía un novio que era hijo de la marquesa de Elda, y falleció su madre y fuimos al funeral. Y Mariñas publicó: “El guapísimo Enrique acompañado por Inés Sainz, que nadie entiende por qué sale con la gorda de Inés”. Con esa edad, esos comentarios te marcan para el resto de tu vida.
¿Pensaste en renunciar a la corona?
No, porque era un año. Aguantaba porque también había un esfuerzo por parte de la organización del País Vasco, que apostó por mí. A los tres años me retiré y me empecé a dedicar a lo mío. La fama me afectó mucho también. Se me adjudicaron novios como Raúl, el futbolista, que eran falsos. Mi padre me echaba unas broncas…
¿Te gustaría volver al foco?
Me encantaría trabajar en televisión, la comunicación es lo mío. Pero con límites. Me encantaría trabajar en ‘Zapeando’ o en un programa hablando de lo que yo sé. Es muy difícil volver a meter la cabeza. Me han ofrecido ‘Supervivientes’ y ‘Gran Hermano’ y siempre he dicho que no, aunque haya necesitado el dinero. No tengo inquietud por ser famosa.
Fuente: Leer Artículo Completo