El increíble fraude en un colegio de Nueva York que inspiró la nueva película de Hugh Jackman

Frank Tassone fue una figura mítica en el distrito escolar de Roslyn en Nueva York, en el que trabajó como superintendente. El carismático administrador insistió repetidamente en reunirse con cada uno de los estudiantes del distrito: se propuso almorzar regularmente con los alumnos de la secundaria e insistió en dirigir un club de lectura para los padres.

Pero hubo detalles sobre Tassone, interpretado por Hugh Jackman en Bad Education , que no encajaban. Detalles que debieron alertar a los padres y al equipo del distrito, de no ser por la encantadora personalidad y devoción hacia sus estudiantes. Conducía un Mercedes, por ejemplo. Llevaba trajes a medida y servía colas de langosta en la comida. Y pese a los inesperados requerimientos de incrementar el presupuesto, que siempre parecían ser concertados, la escuela continuaba ganando prestigio.

Su inesperado arresto por un hurto de 11,2 millones de dólares sorprendió al distrito de Roslyn. Sacaron a la luz todos los detalles sobre su doble vida, que se filtraron en la prensa. Aunque Tassone afirmó durante años ser viudo, según los informes, y lo ratificaba con una vieja fotografía de una boda, la realidad era que mantenía una relación doméstica con un hombre (según los informes, ‘muchos roslynitas’ sospechaban que podía ser gay).

Mientras continuaba como un superintendente devoto, estaba desviando 2,2 millones dólares para unas lujosas vacaciones en el Caribe, apuestas, un apartamento en el Upper East Side, tratamientos para la pérdida de peso y lavandería. Antes uno de los distritos escolares más prestigiosos, Long Island se convirtió en un tema de interés de la prensa sensacionalista. Este mes, 15 años después del arresto, una adaptación de la gran pantalla recuerda el doloroso capítulo que nubla la historia de Roslyn.

Haciendo el estreno aún más surrealista para la ciudad de Long Island, sin embargo, es el hecho de que el guión de Bad Education es obra de uno de sus demandantes: Mike Makowsky, estudiante de Roslyn cuando Tassone fue arrestado en 2004 por hurto en primer grado.

“Frank Tassone fue una de las primeras personas que conocí en Roslyn”, cuenta Makowsky a Vanity Fair al rememorar el momento, con solo seis años, en el que conoció al hombre que se convertiría en el protagonista de su película. Después de trabajar en un par de filmes independientes, explicó Makowsky, “quería escribir algo mucho más personal sobre mi lugar de nacimiento… esta historia fue una de las mayores cosas que me ha pasado”.

Tassone ocupó un lugar especial en el ecosistema de Roslyn, según contó Makowsky: “él había estado en el distrito escolar de Roslyn durante 10 o 12 años –y en ese tiempo, lo había hecho crecer hasta un punto de reconocimiento nacional… lo que significaba que la ciudad misma estaba bien ya que el prestigio escolar se relaciona directamente con cosas como el valor de las propiedades”.

Pero con la prosperidad llegó la presión. “Los administradores pedían más y más dinero y, por el buen trabajo que hacían, los contribuyentes estaban felices de subvencionar”, continuó. “Sus hijos estaban ingresando a escuelas de categoría y les iba bien en la selectividad, además el valor de sus propiedades incrementaba. Fue realmente complicado y doloroso escuchar que esta persona tan amable y carismática, que había hecho énfasis en la calidad de la educación y en ayudar a los estudiantes, al mismo tiempo estaba cogiendo dinero de la caja, parte de los 11.2 millones de dólares que había robado. Realmente nos sorprendió a todos en la comunidad y se vivió un sentimiento profundo de traición”.

Tassone no actuaba solo; la anterior administradora de Roslyn, Pam Gluckin(interpretada en el filme por Allison Janney), admitió haber robado 4.3 millones. Gluckin y Tassone además habían retirado más de un millón de dólares en cajeros automáticos. “El distrito escolar estaba pagado por las renovaciones de sus casas en los Hamptons”, dijo Makowsky. “Su hijo tenía una tarjeta de crédito del distrito que usaba para comprar materiales de construcción de las tiendas de construcción. Ella había comprado jet skys, comida de perro… mientras que Frank estaba en Las Vegas como dos o tres veces al año gastando el dinero del distrito escolar”.

Tassone fue liberado de prisión en 2010, después de haber cumplido tres de los cuatro a 12 años a los que había sido condenado. Pero Makowsky prefirió no acercarse al superintendente anterior cuando escribió el libreto: en cambio habló con profesores, miembros de la PTA y otros contribuyentes que habían interactuado con Tassone, y una década después aún trataban de lidiar con las consecuencias del fraude.

“Sé que la película se llama Bad Education”, dijo Makowsky. “Pero es una denominación errónea en ese sentido… Recibí una educación increíble allí. Y creo que es en gran parte, extrañamente, gracias a ese hombre, Frank Tassone, que recluyó a la mayoría de los profesores que tuve. Estuvimos en lo más alto del ranking de escuelas del país cuando Tassone fue arrestado”.

Bizarramente, el estreno de Bad Education coincide con la reunión de diez años de graduado de Makowsky. Pero el libretista está esperanzado –y tendrá cuidado– en mostrar la película en su regreso a casa. “Estoy seguro que hay un segmento de la comunidad que preferiría que lo sucedido solo desapareciera. Pero siento que como historia –para mí, por lo menos– es algo que eminentemente hay que contar”.

“Es algo extraño”, continúa Makowsky. “¿Cómo te pueden importar tanto los estudiantes, la educación y dedicar tu vida entera y carrera a esta profesión tan noble… pero al mismo tiempo, robar de forma tan indignante a tus estudiantes, a la comunidad y a los contribuyentes?… Todavía tengo esperanza en fomentar una conversación más amplia”.

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