El día que Jackie Kennedy lució una mantilla de Andrés Sardá

Andrés Sardá, fallecido este lunes en Barcelona a los 90 años, hizo historia en la moda española al lanzar su marca de lencería a principios de los años sesenta, enfrentándose a la sociedad pacata de la época y a una situación política opresiva. Sin embargo, antes de ocuparse de vestir a las mujeres por dentro y romper un gran tabú, este ingeniero textil de profesión, nacido en Barcelona en 1929, se encargó de que lucieran perfectas en los oficiosos religiosos.

Su primer negocio fue SARDA, una empresa que montó junto a sus hermanos a finales de los 50 y que seguía con la tradición paterna: la producción de encaje y mantillas. Un negocio próspero que contó con un hito que la familia nunca logró olvidar: Jacqueline Kennedy lució en noviembre de 1962 una mantilla de la firma catalana durante su audiencia con el Papa Juan XXIII en El Vaticano. La primera dama, entonces ya considerada una de las mujeres más elegantes del mundo, la combinó con un vestido negro de su diseñador fetiche, Oleg Cassini. Fotografiada para la portada de la revista Life Magazine, Jackie dio a SARDA su primera exposición internacional.

Aquel momento supuso un momento de inflexión para Andrés y sus hermanos. Aplaudida por haber logrado cubrir la cabeza de la famosísima esposa del presidente de los Estados Unidos, la firma también se enfrentó al fin de una época: en octubre de ese mismo año, el Concilio Vaticano II decretó que las mujeres quedaban eximidas de lucir mantilla en la iglesia. Esta bula papal los obligó a reciclarse. Ese mismo año crearon Belfintex (centrada en puntillas y cortinas de encaje) y Eurocorset (especializada en lencería).

Poco tiempo después, Andrés escuchó hablar en parís de la lycra y de sus magníficos resultados y fue el primer importador de este producto en nuestro país. Así fue cómo comenzó su aventura en la lencería. Su primera colección rompió con los estereotipos de entonces. "Los diseños son confeccionados para favorecer y deleitar a las mujeres, mientras que la innovación técnica crea una comodidad sin precedentes", reza la historia de la compañía, publicada en su página web.

En 1965, Sardá comenzó a saborear las mieles del éxito. Sus creaciones se comenzaron a vender en importantes galerías de moda, como Lafayette y Printemps. A partir de 1970,comenzó a producir colecciones de baño, cuyas primeras campañas fotografió David Hamilton, uno de los fotógrafos más polémicos y relevantes de la escena artística del último siglo. Andrés también crearía Risk y University, que primero era una línea de baño y luego pasó a ser una segunda línea general más informal. En 1986, nació oficialmente la firma Andrés Sardá, dedicada a la lencería de lujo. En 1996 empezaría a desfilar en las pasarelas. En 2008, el diseñador vendió su compañía por 14, 6 millones de euros al grupo belga Van de Velde. Su hija Núria, la continuadora de su legado, siguió al frente del departamento creativo de esta compañía en Barcelona.

En 1966, tres años después de la muerte de su marido, Jacqueline volvió a visitar al Pontífice. Y volvió a lucir la misma mantilla de Andrés Sardá. Pero la ex primera dama no ha sido la única personalidad en lucir una creación de Sardá. Julianne Moore llevó varios trajes que el catalán diseñó para la película ‘Sauvage Grace’. Lady Gaga y Shakira también han sido vistas luciendo prendas de Andrés Sardá, un genio que ahora recibe el adiós de su familia y de sus seguidores, y al que Jean Paul Gaultier le apodó ‘el rey de la lencería’.

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