En 2015, Suecia se preparaba para uno de los acontecimientos más esperados. La boda real que unía al príncipe Carl Philip con Sofia Hellqvist. La capital se engalanaba para ver cómo la antigua modelo y actriz se unía a uno de los príncipes más atractivos de la raleza europea. Por delante, un día intenso de festejos. Aparte de los novios, la familia real sueca era la otra gran protagonista: la princesa Victoria y su marido el príncipe Daniel y la princesa Magdalena, junto a su marido y a su pequeña hija de un año.
Magdalena de Suecia se encontraba a pocos días de dar a luz, pero nada en su actitud hizo pensar que el parto fuera a ser tan inminente. De hecho, ha sido ahora cuando la princesa ha desvelado en una entrevista a la revista sueca Mama que durante todo el día de la boda sufrió contracciones.
Se encontraba ya dilatada de tres centímetros y lo que más le preocupaba era romper aguas en medio de la iglesia. Solo su hermana, su cuñado y su marido fueron cómplices de tan delicada situación y la ayudaron a estar tranquila y entretener a la pequeña Leonore durante la ceremonia. Durante la cena fue su marido el que se ocupó de hacerla sentir bien distrayéndola en todo momento.
Nadie se imaginó que la princesa Magdalena, perfectamente sonriente con su tiara y su vestido de gala, estuviera a punto de dar a luz. Dos días después nació su hijo, el príncipe Nicolas. Una anécdota que Magdalena de Suecia ha compartido algunos años después y que demostraría que a veces, el trabajo de princesa no es nada fácil.
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