El foco de atención de la familia real de Noruega está puesto estos días en la princesa Ingrid Alexandra, que cumplió 15 años el pasado enero. Su confirmación tendrá lugar el próximo sábado 31 de agosto y la gran incógnita es si el rey Felipe VI, padrino de la joven, la acompañará como invitado en la ceremonia.
Lo más especial de esta celebración, que conforma una tradición arraigada por parte de los miembros de la realeza del país, es el significativo regalo que la princesa heredera va a recibir. Según ha revelado el periodista Oskar Aanmoen, el rey Harald y la reina Sonia se han encargado personalmente de hacerle el regalo.
Se trata de un ‘bonad’, nombre que se utiliza para designar a los trajes tradicionales noruegos. La princesa ya estaba en posesión de una pieza típica como esta, pero la que le regalen tendrá mucho más valor. Ella misma ha elegido varios elementos para su confección y la reina Sonia también ha participado activamente en su creación.
Los miembros lucen los ‘bonad’ en determinadas ocasiones y actos públicos. La última vez que Ingrid Alejandra llevó uno fue en mayo de este mismo año, durante la celebración del Día Nacional de Noruega. Otros que también ha lucido se expusieron el año pasado en la galería de arte de la reina Sonia.
El vestido se basará en la recreación de un traje de mujer que data entre los años 1800 y 1850 proveniente de la región de Telemark, situada al sur. Su madre, la princesa Mette-Marit, también procede del sur de Noruega y es por eso que la joven ha elegido los atuendos de esta zona para inspirarse en el que estrenará en su confirmación.
Los actos de confirmación son momentos clave en los que los royals noruegos se reúnen. Lo vimos en la del hijo de Mette-Marit, Marius, que se confirmó con la misma edad que la princesa heredera. Lo habitual es que vayan los padrinos de la persona que se confirma, que en el caso de Ingrid Alexandra son seis. Entre ellos se encuentran el rey Felipe VI y Federico de Dinamarca, que no pudieron asistir a su bautizo en su día por problemas de agenda. No se sabe a ciencia cierta quién asistirá y quién no. Lo descubriremos el sábado.
El acto religioso tendrá lugar en la capilla del Palacio Real de Oslo, concretamente a las 12 del mediodía. Una vez termine la celebración serán los propios reyes quienes se encarguen de ofrecer una comida en honor a su nieta. La familia no ha querido aportar más detalles para respetar la privacidad de la menor.
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