Rania de Jordania es una de las reinas más elegantes y refinadas de la historia. Hace más de 20 años que llegó al trono del país de la mano de su marido el rey Abdalá II, del que se enamoró gracias –entre otras cosas– de sus dotes culinarias en su primera cita con un menú japonés –le cocinó gambas, pollo y ternera, además de los bombones belgas que el entonces príncipe le regaló–. Sonaron las campanas de boda cinco meses después de casarse, en junio de 1993 y seis años más tarde se convirtió en la reina más joven de su historia, contando con tan solo 28 años cuando su esposo ascendió al trono.
A doce meses de cumplir medio siglo de vida, el estilo impecable y sencillo de la reina hace tiempo que es todo un referente. Cuando el protocolo exige enfundarse de brillos y lentejuelas para una ocasión especial Rania triunfa siempre, pero nosotros nos quedamos con los pendientes que ha optado para el día a día y que son toda una inspiración para hoy, mañana y siempre. Repasamos la colección maravillosa de pendientes vintage que ha lucido durante sus primeros años en el foco público. A veces, a causa de sus magníficos estilismos, estas piezas han pasado desapercibidas, pero merecen una especial mención:abarcan desde perlas y diamantes hasta argollas.
Modernos
El toque más moderno en estos casos ha estado a cargo de sus pendientes. Metálicos, de pequeñas cadenitas, argollas con detalles de color entre otros. Durante un viaje oficial a París en el año 1999 con su marido, lució una pieza en forma de caracola dorada con una piedra preciosa que aportaba luz a su rostro. Cuando visitaron a la reina Isabel II en el castillo de Windsor en 2001, Rania lució un diseño colgante de plata con pequeñas cristales circulares, los mismos que eligió cinco años después para presenciar el desfile soberano en la Real Academia Militar en Sandhurst (Inglaterra). Pero a la reina también le gustan las piezas de oro con toques actuales, como los pendientes compuestos de pequeñas cadenas que eligió para otro acto oficial.
Perlas
Quizás las perlas sean el objeto predilecto de Rania. En su joyero abundan diferentes diseños, desde simples perlas hasta una pieza historiada. En la visita a Paris en 1999, también lució en varios ocasiones algunas piezas compuestas por esta legendaria esfera de nácar. Para su retrato oficial un año después de su boda con el rey Abdala II, se decantó por unos grandes pendientes de oro que coronados por una perla madre de gran belleza.
Color
Aunque sus looks vintage no están llenos de colores vibrantes, sus pendientes sí lo eran. Para el posado oficial con su primer hijo, el príncipe Hussein, en 1994 se decantó por una gran pieza de oro con turquesas incrustadas. En el año 2003 visitó un colegio de Amman para reclamar por los derechos de los niños y de su educación, donde eligió unos pendientes con dos esferas también turquesas. Pero el primer puesto ganador del color lo tienen un par de pendientes que llamaron la atención de todos: una pieza en forma de flor compuesta de dos colores -plateados y rojos- hecha de diamantes.
Especiales
Son especiales y no por estar combinado con un traje de lentejuelas, sino porque el propio pendiente parece tener vida propia por su gran belleza. En el entierro de su suegro en el mes de julio en 1999, lució unas impresionantes perlas cubiertas de diminutos diamantes creando de forma sencilla una estrella. Meses después asistieron a la inauguración de una avenida en honor a su suegro en París y optó por unos impresionantes pendientes de plata con cristales que brillaban por sí solos. Cuando posó durante sus primeros años de matrimonio en el jardín de su casa llevaba un par de pendientes, quizás son los más espectaculares de su joyero por su talla en forma de flor.
Argollas
Pero no simples argollas de oro. Durante el viaje oficial en París a finales de los años 90, Rania lució por las calles de la capital unos aritos dorados que se convirtieron en tendencia. Al ser una pieza discreta, desde que llegó al trono ha optado por ellas en multitud de ocasiones, algunas veces su tamaño era más grande de lo que estaba acostumbrada. Pero como esta forma tienen tantas variantes, la reina jordana decidió lucirlos en tamaño XXL para el posado oficial con su hijo Hussein recién nacido
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