Haakon y Mette-Marit se han dejado el férreo protocolo real en palacio y lo han cambiado por las botas de montaña y el mono de trabajo. Los herederos al trono de Noruega han disfrutado de un viaje de tres días por la región de Oppland, en el interior del país nórdico, donde han visitado Dovre, Lesja, Skjåk, Lom, Vågå y Sel. Una escapada que el matrimonio ha hecho en solitario, sin sus hijos, y que ha servido para que, una vez más, demuestren que Haakon y Mette-Marit son unos de los más naturales y aventureros de la realeza europea. La pareja ha aprovechado la visita para conocer de cerca la vida rural y más auténtica de su país y ademásdisfrutar de la naturaleza que tanto les gusta.
Ataviados con ropa técnica de montaña, Haakon y Mette-Marit realizaron un trekking por las montañas de Hjerkinn. La princesa demostró de nuevo que está en plena forma, a pesar de la fibrosis pulmonar crónica que padece. Precisamente, el aire puro que allí se respira le viene genial. Durante la ruta, el matrimonio se hizo numerosos gestos de cariño y complicidad dejando claro que están muy enamorados. Al terminar, disfrutaron de un picnic en pleno campo con un grupo de niños.
Como ya demostró hace unas semanas con su travesía en bicicleta, Mette Marit es toda una aventurera y se atreve con todo. En Lesja, la heredera incluso se animó a subirse a uno de los tractores con los que trabajan el campo. En esa misma localidad, ambos se enfundaron en sendos monos de trabajo para cortar leña y depositar después los troncos en una cabaña de madera.
Una vez en el interior, Mette-Marit se atrevió incluso a amasar con sus propias manos una crepe tradicional que después también cocinó siguiendo con atención las instrucciones de una de las campesinas y ante la atenta mirada de Haakon. No es la primera vez que ella muestra sus dotes culinarias.
Haakon y Mette-Marit son tan camaleónicos que cuando después tuvieron que visitar el pueblo de Vågå cambiaron los atuendos campestres por otros mucho más formales. La princesa reapareció espectacular con el traje regional tradicional y su melena rubia suelta, mientras que Haakon iba muy elegante con un traje de chaqueta oscuro.
Este viaje ha sido un revulsivo perfecto para Mette-Marit que hace un par de semanas tuvo que enfrentarse a un momento muy duro durante el entierro de su amiga íntimaAnne Grete Preus.
Fuente: Leer Artículo Completo