Al divorciarse del príncipe Andrés, la duquesa de York perdió su epígrafe en el almanaque de Gotha, pero el año que viene su nombre podría marcar un hito en la historia de la realeza británica. Con motivo de la boda de su hija, Beatriz de York, Sarah Ferguson será la primera madre de una princesa de la casa Windsor que aparece mencionada en el certificado matrimonial de una boda real.
Tal y como explica hoy la revista digital Royal Central, la noticia del compromiso de boda entre la princesa Beatriz y el empresario italiano Edoardo Mapelli Mozzi ha coincidido con la reforma que ha emprendido este año la Iglesia de Inglaterra para que los datos de la madres de los novios –su nombre y profesión– sean incluidos en el certificado matrimonial de la boda al igual que se recogen los de los padres, los únicos que hasta ahora, y desde tiempos de la reina Victoria, aparecen en dicho documento legal.
Aunque el palacio de Buckingham todavía no ha revelado el lugar donde se celebrará la boda de Beatriz de York, anunciada para el año que viene, nadie duda de que se casarán por el rito anglicano, la confesión que preside la reina Isabel II. Por lo tanto, y dado que para 2020 se espera que la Iglesia de Inglaterra haya llevado a cabo esta reforma, Sarah Ferguson hará historia al aparecer su nombre junto al del príncipe Andrés en el certificado matrimonial de la princesa, desempeñando ese papel por primera vez en una boda real.
Quién sabe si ese no será el augurio definitivo de esa otra boda que también sería histórica: la de los duques de York, que si los rumores son ciertos y han retomado en secreto su relación, convertiría a Sarah Ferguson en el primer miembro de la realeza que vuelve a serlo tras más dos décadas sin apellidarse Windsor.
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